
Este será un año importante para el Hogar del Transeúnte y para el comedor social. Las obras para reformar el inmueble en el que se encuentran ambos servicios, en la Avenida Meridiana de Barcelona, son una realidad cada vez más cercana. Además, la crisis ha convertido a estos dos puntos de ayuda en medidores de las situaciones más precarias que se dan en la capital catalana. Irene Cava es técnico de Bienestar Social y actualmente está al frente del albergue y el comedor municipales.
-¿Se ha confirmado la tendencia de aumento de usuarios?
-Sí está habiendo un incremento paulatino pero constante de usuarios, fundamentalmente del comedor social. Se trata de familias que hasta ahora formaban parte de la clase media y a las que últimamente les está costando llegar a fin de mes. Para una ciudad como Barcelona las cifras son altas. El comedor social ya registra 300 usuarios, cuando hace apenas quince días eran ochenta. En Navidad este perfil de usuario apenas superaba el 60%.
-Frente a ellos está el 40% de quienes viven en el albergue. ¿También ha cambiado su perfil?
-También está cambiando. Hay gente que por desgracia lleva en crisis mucho tiempo. Pertenecen a un tipo de población bastante desestructurado, han tenido, o tienen, problemas de consumo de sustancias, algunos tiene alguna problemática de tipo mental que dificultan mucho su inserción. En el albergue son ahora mismo veinte inquilinos.
-¿Se ciñe vuestra labor a la asistencia o contempláis planes de inserción?
-Además de la asistencia urgente hay todo un trabajo educativo de integración social. Hay casos que no son demasiado fáciles, pero se intenta que la persona salga de los itinerarios del albergue y encuentre una salida normalizada, bien con un trabajo, bien con una prestación que le dé mayor estabilidad.
-¿Está la sociedad preparada para admitir a quien acaba de salir de la calle?
-No es fácil. Es un reto y, como tal, un trabajo apasionante y gratificante. Ahora nos encontramos con un doble problema, porque en estos momentos, en general, no es fácil encontrar trabajo, y estas personas tienen una dificultad a mayores. Pero es verdad que hay empresarios colaboradores y solidarios que ofrecen una oportunidad. Hay gente que pasó por el albergue y que ahora tiene una vida totalmente normalizada.
-¿Cómo va el proceso de traslado de servicios previo a la rehabilitación?
-Estamos trabajando en ello. Está todo aprobado a nivel oficial y a lo largo de este año comenzará la reforma. Aún no podemos establecer cuál será la ubicación porque en estos momentos aún está concretándose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario